domingo, 29 de septiembre de 2013

Entrevista= Vendedor ambulante

A la espera de una bendición de Dios 

Peleando con  sus hermanas de crianza, se encuentra Bernardo Alonso Castro Betancur, vendedor de 42 años que se dedica a distribuir Bonice, esperando la herencia de su padre tras transcurridos cuatro años después de su muerte.


Por: Melissa López Saldarriaga, Maria Alejandra Pérez Franco, Maria Camila Patiño Muñetón.
A las 6:45 de la tarde, un domingo, Bernardo Alonso aún trabajando afuera de La iglesia del Rosario, parque de Bello. Camila Patiño, 23/09/2013.

 ¿Usted decide  desempeñarse como vendedor ambulante por elección o porque le toco?

Bernardo Alonso Castro. A veces cree uno que es el destino, se siente uno mal de no haber estudiado, de ser una persona con más capacidades y más que todo se siente muy triste uno cuando ve que un estudiante se graduó o hasta ver una persona que tiene carrera y uno pues así se siente muy mal, dicen que esas son cosas del destino o porque Dios, como me dijo a mí la psicóloga, “Dios le da a uno lo que se merece” pues, el no le da a uno con lo que uno no puede. Yo me sentiría muy triste donde Dios me diera la bendición de la herencia y yo no saberla manejar, porque dicen que Dios también nos puede cobrar lo que no sabemos manejar”.

- ¿Hasta qué nivel académico cuso?
B. A. C. - “Estudie hasta segundo de primaria;  porque para mí, después de que mi mama me desalojara la casa, me tocaba rebuscarme  la vida, para el estudio y todo eso yo creo que se requiere mucho, pues ósea mucha cosa, ósea el estudio o el trabajo”.

- ¿Qué sucedió con su mamá?
B. A. C. - Mi mama propia me dejo desde los 2 años, me abandono […] Quede con mi padre y quede con mi mama de crianza, ahora ese es el problema que hay, porque estas muchachas  junto con su madre no le dijeron a mi padre que me rechazará,  porque me aceptaron en este hogar. ¡Eh!, mi niñez para mí me parece que fue muy dura,  muy amargada, creo que yo no tuve una niñez muy bien que se diga.

- ¿Cómo fue su niñez?, ¿Por qué dice que no fue placentera como la del resto?
B. A. C. - Porque uno en ese tiempo quería tener una bicicleta, mi padre que fue acomodado, nunca me la dio, que de pronto un televisor, nunca me lo dio, que de pronto un balón, no me lo dio; en un diciembre nunca me dijo: “tenga estos doscientos mil  o estos trescientos  para que se compre la ropa” no, nunca, eso le recalca un amigo mío,  que el porqué era tan descarado, que porque me tenia sufriendo en la calle , lo hizo llorar hasta el último momento en que él se murió.

-  ¿Es bajo estas circunstancias que usted decide buscar trabajo en la calle?
B. A. C. - Si, resulta que en 1999 yo trabajaba en uno de esos carritos de Postobón, ¡eh no! Perdón, empecé trabajando con Crem Helado después de estar lavando carros aquí en la 51 en un lavadero; después trabaje con Postobón en Medellín hasta que tuve un problema con un compañero ahí en la Aguacatala. Entonces es en el 2000 me resultó vender Bonice hasta el 2004, cuatro años y cuatro meses; lo deje por irme a trabajar tres años y nueve meses a Bellanita porque allá trabajaba una hija de mi mamá de crianza que me ayudo a meterme, además mi papá era socio allá, tenia carros, pero también tuve un problema y fui y volví a vender Bonice ordenadamente desde el 2009 porque yo tengo compañeros que fuman o son alcohólicos y ¿a uno de edad dónde se va a volver a colocar?, yo me puedo ir el día de mañana, si la bendición algún día viene o irme a lavar carros otra vez.

- En su trabajo actual, ¿ha tenido inconvenientes con Espacio Público?
B. A. C. - Si he tenido, resulta que un día le dije a uno de Espacio Público: “deje trabajar, que ustedes ya se ganaron lo suyo”;  pues, ellos ya tienen un mínimo y todo eso y sus prestaciones,   y me contesta esta persona: “coma mierda”, inclusive esta persona  volvimos a tener ahora en diciembre un alegato otra vez de nuevo; es que hay personas de esas muy groseras, incluso salió uno  que nos dijo a una compañera y a mi disque: “sálganse del parque”. Yo he pensado mucho porque el gobierno viendo que hay personas bachilleres que van a pagar el servicio militar, allá en la policía, porque esas personas no las implementan en lo del Espacio Público, ¿cuánto se gastarán mensualmente en eso?”

- ¿Siempre has trabajado en Bello específicamente?, ¿ustedes como se dividen la zona?
B. A. C. -  Resulta que en una Fiesta de Flores yo me encontraba en Medellín, en el parque San Antonio, me metieron un billete de cinco mil falso y entonces desde eso no quise volver a Medellín, me dio fobia volver allá, no me gusta Medellín para trabajar. Aquí en Bello, después de que entró espacio público había un mapa donde se situaba la gente, ahora no, ahora es uno el que maneja la zona, la zona  la divide uno mismo y el puesto lo hace respetar uno; por eso he tenido problemas también con mis compañeros porque se han metido al puesto, desde los años que he trabajado el Bonice, yo siempre he trabajado en Comfama, y se me han querido meter al puesto y me han tratado, ósea groseramente”.

- ¿Cómo maneja las ganancias con la venta de Bonice?

B. A. C. -  Te voy a decir precios: en el grande ganamos setenta y cinco  pesos, el de trescientos, el grande de agua; en el Yogoso ganamos ochenta  pesos, en el Bontee ganamos ochenta pesos y en el pequeño setenta, ahora las “pupetas”, esas crispetas que son de caramelo y mantequilla, nos ganamos ochenta pesos; eso es lo que llamamos un porcentaje, un porcentaje que a veces lo podemos ver de quince mil pesos más los cinco mil que ellos nos dan.

- ¿Esto le alcanza para su economía?, ¿Tiene personas a cargo?
B. A. C. - No mi amor, personas que yo mantenga no, solamente yo veo es por mí. Haber mi economía, es una economía que trata uno que dure o saberla manejar; e estos momentos tengo  una cuota en multi-electro, otra en Creditennis, me he comprado camisas, me he comprado mis cosas personales. Y me siento feliz de que yo terminar el año y sacar para comprarme una muda de ropa, esa es la felicidad, esa es mi motivación”.

- Antes de comenzar la entrevista me contabas que consumiste marihuana cuando eras joven, ¿Cómo fue esa experiencia?
B. A. C. -  Cuando vengo a cuidar estos talleres a Puerto Bello, mi patrón, la señora de mi patrón, la amiga de mi patrón, ellos eran marihuaneros y a mí me dio por probarla y la supe suspirar […]Lo que pasa es que yo me puse a pensar en mí y me puse a pensar en mi familia, lo que haya sido, familia propia, familia de crianza […] Entonces lo que pasa es que ahí pensé yo, en primer lugar matarme yo, de pronto mi cerebro no estaba en las capacidades y fuera de eso pensaba en la familia que me crio.
- Es decir que, ¿sin importar como fueron ellos con usted, la opinión de ellos todavía cuenta para su vida?
Bernardo A. Castro. - Yo le pido a Dios que no los vuelva a ver, porque fueron unos hermanos, una sobrina, un hermano medio, que les está ayudando en la intersección a ellas. Y a las hermanas yo no las quisiera ver por lo que  ellas me han hecho desde la niñez, que toda la vida han estado encima de mí. ¿Por qué realmente, mi amor, en ese momento no  toman esas medidas que realmente era de Bienestar Familiar?, ¿O porque no llevarme a un internado?; uno rechaza las cosas y no le hace el mal a esa criatura; a que la madre de crianza lo maltrate, a que la madre de crianza le pegue a uno, le dé con palos, no le de ese cariño, ese afecto, ese amor, ósea, como si uno tuviera la culpa de ese error que tuvo el padre.

- En la actualidad, ¿le gustaría tener una familia estable?
B. A. C. - Si, no, a veces la situación se pone muy verraca porque uno se pone a pensar y la situación está muy dura, disculpe usted que me está haciendo la entrevista a mí, pero dicen que la situación está muy horrible, que de pronto uno traer hijos a este mundo a sufrir. Yo he pedido siempre a mi Dios, que si el día de mañana yo voy a tener hijos que estuviera económicamente bien. Ahora no se cuidan y hay muchos métodos, yo tuve una aventura cuatro años  con una mujer y yo le compraba las pastillas, ósea como se dice una aventura; fue locamente porque la lengua me castigo de yo decir “gas”, para mí eso fue un castigo; decir que ella olía maluco, porque resulta que ella vivía en una casa que la amiga era muy “cochinita” y entonces yo decía “gas” y ese gas se me convirtió a mí en cuatro años, ósea la lengua lo castiga a uno; una relación de muchos celos, y dicen que esa mujer me arreglo a mí, me hizo cochinadas (brujería)  para que a mí no me salieran mujeres, eh, no consiguiera nada.

- Entonces, ¿ahora donde reside y con quién?
B. A. C. - En estos momentos estoy viviendo con un amigo que me distingue desde la niñez, el se llama Jorge Iván, hasta el momento voy para 10 meses, ¿que?,11 meses viviendo con él; trato de ayudarle a mi compañero con lo que más se pueda, le colaboro con dos mil diarios, cuando puedo hacemos eso del mercado y lo vendo y le doy algo a él, puede ser veinte mil pesos, para que él se colabore para pagar los servicios. Él es solo en este momento, sus hijos se organizaron, tiene una casa de un tercer pisito, él le dice la “ramadita”, pero para mí uno quisiera tener esa casa; porque es una esquina por allá por El Lucerito y el vive muy bueno, para mí está bien.

- Cómo te ves en un futuro: ¿trabajando en lo mismo o buscar un mejor trabajo? o ¿recibiendo una bendición de Dios?
B. A. C. - A veces creo que Dios me manda con todo armado, con todo ya puesto, es triste cuando los padres nos dejan algo y el día de mañana tenerse que acabar; lo que uno no sudo y lo que los padres se sudaron. Yo me veo recibiendo la bendición de Dios, uno siempre ve esas cosas de compartir y decirle gracias a Dios por esa bendición que va a dar. Yo pienso seguir y terminar este año haciendo esto de la mejor forma posible, porque yo estaba tratando de hablar con un amigo mío que él hizo votaciones por el alcalde que está ahora para yo estar haciendo aseo en los colegios, hospitales y todo eso; también digo yo eso por el seguro. Además, averigüe en Premium plaza, un centro comercial que le pagan a uno mitad de seguro y le dan la mitad de la paga aparte. Pienso ir allá o seguir limpiando carros, ese arte me llego así, dicen que las cosas llegan así.











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